Cascada La Cueva.

Todo comienzo viene acompañado de la incertidumbre y el encanto que produce el futuro venidero, esperando que sea próspero y lleno de felicidad. Con las esperanzas y optimismo que nos caracteriza como venezolanos, seguimos adelante. Y en este caso, siempre esperando que al empezar, haya un verdadero impulso, una movida reacción que agite nuestro espíritu, lo refresque y lo prepare para los nuevos proyectos.

La imagen del chapuzón o agua cayendo siempre ha sido asociada con una sensorial depuración. Una de las mejores formas de hacerlo es bañándote en una hermosa cascada o zambulléndote en un pozo de aguas calmadas, puras, claras y refrescantes, para deslastrarte de todo lo malo, que llevamos como morral pesado desde el pasado, y emprendiendo este ahora liviano y recargado con la mejor energía.

Por todo esto, te invito en esta nueva aventura a Cascada La Cueva (San Pedrito). Casi virgen, esta cascada no está muy lejos de la ciudad de Cumaná, a pocos minutos del pueblo de Santa Fe. Para llegar a este deslumbrante sitio, tendrás que llegar a la alcabala de la Guardia Nacional ubicada cerca de Santa Fe, cruzar hacia la derecha, si sales de Cumaná, o a la izquierda si vienes de Puerto la Cruz.

Mientras subes, te toparás con varios tramos de un río de corrientes moderadas. Un poco más arriba, se encuentra el pintoresco poblado de San Pedrito (nombre que da más señas a este hermoso paisaje), donde la mayoría de las personas tienen oficios agrícolas. Para continuar hasta la cascada (La Cueva) te recomiendo preguntarles y pedirles información a los parroquianos, ya que el lugar no cuenta con señalizaciones, aunque se encuentra muy cerca de la orilla de la carretera.

Este paisaje no cuenta con ningún tipo de servicio, así que toma las previsiones pertinentes. Esta es una experiencia que puede ser disfrutada mejor en grupo. Lo maravilla del lugar es la enorme pared, casi lisa, por donde desciende un chorro de agua, que en alguna parte de la piedra se divide en dos. El acceso resulta relativamente accidentado por las piedras y la abundante vegetación que adorna todo el lugar. Pero sin duda, una experiencia digna de repetir y compartir por siempre.

Esperamos que este 2015 sea de muchos ánimos para continuar con tus propósitos. Sin dejar a un lado, por supuesto, la aventura. ¡Buen viaje!