Al hablar del estado sucre, paralelamente, hablamos de la diversidad de paisajes naturales únicos que, en algunos casos —y pese a su belleza—, son pocos conocidos. Y el Parque Nacional Turuépano está presente dentro de esta categoría. Fuente de ecosistema y riqueza natural, con llanuras anegadas casi permanentemente, bordeadas por deltas y pantanales creados por los efectos de las mareas entre grandes extensiones de aguas dulces y saladas, producen una simbiosis de hermoso encuentro que han modelado la zona con el transcurrir del tiempo.
Localizado entre los municipios Benítez, Cajigal, Libertador y Mariño, este parque tiene una amplia superficie de 73.000 hectáreas, encontrándose ubicado al Norte del río San Juan y frente al golfo de Paria, al sur de la península. Puedes acceder de muchas maneras, pero es en Caño Ajíes donde los lugareños prestan el servicio de paseo en bote. Y llegas allí yendo hacia Carúpano, tomando la vía hacia El Pilar, y a unos minutos antes de llegar a Tunapuy, verás la señal a mano derecha que indica el comienzo de la carretera a Caño Ajíes, con aproximadamente 10 Km desde ese aviso, y por donde llegarás al muelle de este caño.
Este parque, ideal para el turismo de
Aventura, ofrece selvas de manglares y un paisaje de caños y canales que dan
formación a sus costas. Allí habitan, anidan y desovan muchas especies, algunas
en peligro de extinción, como el manatí y el perro de agua. También
contemplarás muchas aves, como la corocora roja y su particular trino mientras
vuela, ya sea al alba o al atardecer.
Los paseos se realizan en diferentes
rutas. Si vas a regresar el mismo día, debes salir temprano en la mañana,
aprovechando la marea alta; o si prefieres quedarte, puedes hacerlo solo en
tierra firme o en las famosas casas flotantes en medio del delta.
Es obligatorio visitar el parque guiado por lancheros de la zona. El recorrido comienza por un caño estrecho, ensanchándose mientras avanzas, hasta abrirse en la gran boca que conecta a la izquierda con el Golfo de Paria, y recorrer sus costas; o ir a la derecha, por el Caño Guariquén, hasta las profundidades de la selva inhóspita. Todo dependerá de los guías y tu disposición a conocer un mundo detenido en el tiempo. Recuerda llevar protector solar y repelente. Se prohíbe la caza y pesca, extracción de especies de flora y fauna, verter sustancias contaminantes al agua o causar daños a la naturaleza. Y así, ¡qué siga la AVENTURA!
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